lunes, 19 de mayo de 2008

Diario de una insensata.

No sé lo que me pasa. Sólo sé que no puedo respirar... ¿Cuándo es el punto en el que alguien se da cuenta de que tiene que seguir las órdenes de su corazón y no de la sensatez de su mente? ¿Porqué... qué sería lo sensato? ¿Casarme? ¿Tener hijos? ¿Estar toda la vida con la misma persona? ¿Aspirar a un trabajo cerca de casa aunque no sea el de mi vida?

Si es así, yo no quiero ser sensata. No estoy diciendo que vaya a romper con todo, sólo que quiero vivir mi vida a mi manera. Aunque eso suponga estar sola, no tener un trabajo fijo, ir de casa en casa, de pais en pais, no casarme, no tener hijos cuando todo el mundo espera que los tenga... Ser lo que quiero ser, no lo que todo el mundo espera que sea.

Por que, sinceramente, parece que ya cuando nacemos nos predicen qué va a ser de nuestra vida. Según nuestra cultura, nuestro pais de origen, nuestro estatus social y nuestro sexo; seremos una cosa u otra. Como ya todo el mundo espera lo que va a ser de nosotros, cuando alguien decide romper con ese control, la gente se escandaliza...

No es que quiera llamar la atención, pero conmigo la gente se escandalizará; estoy segura.

No te veo...



No te veo.

Estás a mi lado y no te veo.

Enciendo la luz y no te veo.

Te busco entre las sábanas

pero no te veo.

Hace tiempo te veía.

Veía tus pequeños ojos en la oscuridad.

No necesitaba ni luz ni abrir mis párpados

para saber que estabas ahí.

Tal vez sea el tiempo

que nos avisa que nos queda poco

para seguir viendonos.

O tal vez sea la rutina

que nos come por dentro

cada vez más.

No lo sé.

Sólo sé que no te veo.