sábado, 25 de agosto de 2012

Ansiedad (2)


Es ese piso. Esas paredes anaranjadas remueven mi estómago hasta quitarme todo el aire que guardo dentro de mí. Durante dos semanas me he creído mentalmente invencible. No era cierto.

Tantos años engañando a mi mente que ahora ella me engaña a mí. Ha aprendido a desconectarme, a guardar sin mi permiso cualquier recuerdo en esa cajita oscura cerrándola bien fuerte. ¿Para qué? Para que un día no pueda cerrarse llena de tantos recuerdos y explote.

¡Qué ilusa he sido! Durmiendo ocho horas, relajándome… Esa caja se iba llenando lentamente mientras mi mente me lo escondía. Hasta hoy. Hoy ha explotado y la escoba ha caído al suelo mientras mis manos buscaban equilibrio en la pared. Me estaba desmayando.

Suerte mía será, que no es la primera caja que rompo y sé repararla a tiempo. Aún sin ser invencible, aunque sí indestructible, espero que algún día la caja no se repare y pueda eliminarla definitivamente. 

2 comentarios:

Alba dijo...

Me gusta mucho la fortaleza que demuestras en este escrito, ya te lo he comentado antes. Creo que es la que tienes respecto al tema, que se ha metido dentro de lo que escribiste para darte esperanzas y ánimos para continuar. Demuestra que eres una persona fuerte y así es tu escrito.

Noelia dijo...

De todas las personas que conozco se que tu eres la mas fuerte y lo se porque cada dia y cada momento que he vivido contigo me lo has demostrado con tu forma de ser y de ver las cosas y se que una parte de ti no es consciente de ello, pero Pau, tu puedes con todo y mas.

Te quiero mucho! Y te echo mucho de menos, y me hacen falta tus consejos y tus buenas palabras.