sábado, 3 de octubre de 2009


Cada árbol que me protege de la lluvia

siento como si me protegiera del sol.

Y cada parque o lago

me rodean como el calor.


El olor a hierba mojada,

o el escalofrío que siento al soplar el viento,

hacen que me sienta feliz

aunque no sea en casa.


Viajera pequeña de corazón enorme que

ha sabido adaptarse, antes o después,

a cada país que ha visitado,

a cada cultura que ha conocido,

y a cada sensación que ha experimentado.


Tiendo a pensar que en realidad no tengo

ni tierra ni hogar que me retenga.

Tiendo a pensar que mi cuerpo y mi alma,

es tan libre cuando se va

como cuando se queda.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Alba dijo...

hace mucho que no actualizas eh!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Viajera pequeña de corazón enorme... como me suenaaaaa !!!

aiiii q bonito tó !!

muaaaaaaackks